Colombia, Ecuador y Perú, los países de la llamada Comunidad Andina, abren sus fronteras a los venezolanos que huyen de ese energúmeno llamado Nicolás Maduro, el modelo de Podemos.
Los gobiernos de Bogotá, Lima y Quito han decidido acoger a los venezolanos que acuden (se habla de ya de más de 2 millones de huidos). Pretenden, precisamente, ordenar el flujo humano y piden ayuda internacional para poder afrontar los gastos. Pues este es el momento en que el Gobierno español puede ofrecer su ayuda. No para ordenar, que pocas lecciones podemos dar en eso, sino para aportar fondos.
No olvidemos que Venezuela es conocida como la octava isla del archipiélago canario, por la migración del archipiélago español a aquel país.