La “ultraconservadora” (así llaman en RTVE, no ya al Gobierno polaco, sino al país, todo entero) Polonia se ha visto obligada a doblar la rodilla ante los eurócratas de Bruselas para evitar sanciones.
Polonia ha retirado su reforma judicial que no era sino un sistema intermedio entre el estadounidense (el presidente nombra a los miembros del Supremo y luego no puede cesarlos) y el español, (los partidos nombran a los miembros del CGPJ que es el que ‘cocina’ el Tribunal Supremo).
Pues bien, en mitad del bochorno por la dimisión de Manuel Marchena, el Ministerio de la Verdad (o sea RTVE) califica a Polonia de ultraconservadora.
¡Hay que tener jeta!