Las feministas se dedican a pintar las iglesias con frases injuriosas contra los cristianos para festejar el 8 de marzo. Hasta el siempre silente Arzobispado de Madrid se ha visto obligado a recordar que la igualdad de todos comienza por el respeto a todos. Mayormente.
El clero no entiende que las pintoras de iglesias lo hacen por la igualdad de género y que, en cualquier caso, son imparables.