Paradójicamente, lo que que ha provocado Pedro Sánchez con su inicitiva de exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos es que aumenten las visitas (en julio, un 39%) y también los riesgos, por ejemplo, de incendios provocados. Esto último es lo que ha confirmado este jueves la Guardia Civil.
O sea, toma cuerpo lo que era vox populi: no fueron chispas casuales las del lunes, sino cinco conatos de incendio en los alrededores del recinto con la intención de que el fuego prendiera dentro desde zonas de pasto.
Los bomberos evitaron que la cosa fuera a más, al soforcarlos en escasos “diez minutos” tras recibir el aviso, pero tienen por delante saben quiénes fueron los autores.
Y queda por resolver también cués son las intenciones reales del Gobierno: si enterrar al dictador en otro sitio o resucitar otro muerto, el gerracivilismo de Zapatero. Ojo, para de paso enterrar lo otro, que tampoco soportar: la cruz que se alza desde el Valle.