Ardía La provincia de Barcelona -en sentido literal digo- pero el presidente de la nación catalana, Artur Mas, tenía algo más importante que hacer que apagar fuegos: crearlo. El bombero pirómano presentaba a los medios informativos el nuevo modelo tributario catalán, que es como si en Hispanidad.com presentáramos los Presupuestos del Pentágono. Artur Mas ha enloquecido, pero a la manera quijotesca. De hecho, cada día se parece más a Alonso Quijano y su socio, Oriol Junqueras (ambos en la imagen) cada hora que pasa se asimila más a Sancho Panza. Pero eso no significa que no posean una estrategia para acabar con los molinos de viento. El asunto consiste en crear la ficción de una Cataluña independiente. Es decir, con una declaración unilateral crearemos a una serie de instituciones paralelas a las del Estado y, naturalmente, mantendremos el euro como moneda de cambio y con poder liquidatorio de deudas. Y si el BCE decidiera no girar a la Caixa o al Sabadell, estas dos entidades no tendrían más que colocar su sede social en Madrid o en Zaragoza. Porque esto es lo que distingue a Alonso Quijano de Quijote Mas: el primero no hacía locuras por molestar. El segundo sí. Hispanidad redaccion@hispanidad.com