Decenas de muertos (por ahora 36) en el aeropuerto de Estambul. Atentado suicida que bien podría tener como autores a los simpáticos chicos del Estado Islámico. Curioso porque Erdogan (en la imagen) ha sido quien más ha hecho, junto a un tal Barack Obama, para impedir que los kurdos pudieran defenderse del ISIS y para que el presidente sirio Bashar Al Asad y los rusos de Vladimir Putin, así como los iraníes, combatieran a los salvajes del Daesh. Y precisamente Erdogan, con los muertos aún calientes, se ha apresurado a defender su gestión en lugar de compadecerse con las víctimas. Ha asegurado que esto podía haber pasado en cualquier aeropuerto del mundo. ¿Y qué? No estamos juzgando la seguridad de su Gobierno, don Recep, sino un acto criminal. La sangre aún está caliente como para que usted se dedique a hacer propaganda de la eficiencia de su país. Este impresentable, fundamentalista musulmán con corbata, es al que Merkel quiere meter en Europa con tal de que le libre de los refugiados y les desatienda en Turquía, donde no graban la cámaras. Este impresentable es el socio de la OTAN y el protegido de Barack Obama en el gozne entre Europa y Asia. Hispanidad redaccion@hispanidad.com