Es difícil luchar contra un tópico que se convierte en maremoto. Durante la primera parte de la legislatura Rajoy, la llamada Marea Blanca en defensa de la sanidad pública, alcanzó cotas de incontestabilidad. O sea, que el que se atreva a cuestionar, tan siquiera cuestionar, la perfección de la sanidad pública sería condenado al silencio. Y resulta que incluso la sanidad pública tiene fallos. E incluso miente. Ejemplo, lo de la libre elección de centro y de especialista. Una coña marinera. Si no prueben. Ocurre lo mismo que con el cheque escolar, la mejor manera de defender la libertad de los padres para elegir la educación que prefieren para sus hijos. No se pone en marcha porque todos los padres querrían enviar a sus hijos a los mismos colegios… que no serían los públicos, precisamente. Hispanidad redaccion@hispanidad.com