Aunque lo parezca, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes (en la imagen), la Gallardona, no posee el don de la bilocación. Sólo lo parece. En cuanto contempla una cámara, aunque se trate del juguete de un niño, o un micrófono, aunque sea del Cantajuegos, la obispa de Madrid se situará delante y comenzará a hablar. Los Desayunos de RTVE han tenido la mala idea de invitarla  el martes 22 a la Gallardona. Naturalmente, la cobardía de don Sergio Martín, siempre políticamente correcto, olvidó preguntarle por el homosexualismo de Cifuentes y su persecución al colegio católico Juan Pablo II. Y entonces fue cuando Cifuentes habló de que no le gustaban no sé qué revolcones políticos, para luego añadir aquello de "no me gustan este tipo de revolcones". O sea, no sé si lo cogen, que los otros revolcones sí que le gustan. Señora obispa de Madrid: es usted más basta que un bocata de garbanzos. Hispanidad redaccion@hispanidad.com