La ministra de Mujeres e Igualdad del Reino Unido, Liz Truss, anunció el 22 de abril planes para prohibir que los menores se sometan a cualquier procedimiento permanente de cambio de sexo.
Si bien Truss indicó que los adultos son libres de hacer lo que quieran con sus cuerpos, afirmó que “es muy importante que, mientras las personas aún estén desarrollando sus capacidades de toma de decisiones, los protejamos de tomar decisiones irreversibles”.
Sin embargo, las declaraciones de la ministra fueron criticadas por sectores que defienden esta práctica.
Mermaids, una organización que apoya a “niños, jóvenes y sus familias transgénero y con diversidad de género”, acusó a la ministra de apoyar “la introducción de una nueva forma de desigualdad en la práctica médica británica”.
Para esta organización “los jóvenes transgénero deben tener el mismo derecho a tomar decisiones personales importantes que las personas no trans”.
El “Servicio de Desarrollo de Identidad de Género (GIDS)”, que forma parte del fideicomiso de salud mental con sede en el norte de Londres, Tavistock and Portman NHS Trust, es la clínica de género para niños que tiene el Reino Unido.
Tavistock, como se llama a menudo a la clínica, ha sido objeto de un escrutinio público cada vez mayor debido al número vertiginoso de niños, especialmente mujeres, que son derivadas para sus servicios.
Entre los años 2009 y 2010, un total de 72 niños, 32 niñas y 40 niños, fueron remitidos a Tavistock. Según los números publicados en el sitio web de la clínica, para 2019, esa cifra había crecido a 2.590, con 1.740 niñas y 624 niños. De las referencias, todas menos 30 eran menores de 18 años.
Un total de 1,814 eran menores de 16 años, que es la edad de consentimiento médico en la ley del Reino Unido; 171 eran menores de 10 años.
En el Reino Unido, a un menor se le permite obtener la cirugía de reasignación de sexo con permiso de los padres, aunque las regulaciones del Servicio Nacional de Salud lo limiten. Sin embargo, la distribución de “bloqueadores de la pubertad” y tratamientos hormonales, que hacen que el cuerpo no se desarrolle naturalmente e imite las características del género opuesto, son más comunes. Si bien algunos afirman que los bloqueadores de la pubertad son “totalmente reversibles”, algunos expertos médicos niegan esta afirmación.
Tavistock está siendo demandado actualmente por un grupo de expacientes y sus familias que han tratado de revertir sus tratamientos de reasignación de sexo.