21 de septiembre de 2019. Día D, la hora H, aún no la sabemos. En esa fecha, han quedado, vía Facebook, más de 21.000 personas para encontrar a «Nessie», el monstruo del lago Ness (Escocia). Ocurre un día después del asalto planeado al Área 51 y diez días antes que el del Triángulo de las Bermudas.
Bajo el lema «Nessie can't hide from us all» (Nessie no se puede esconder de todos nosotros), Bryan Richards el organizador del evento cree que atraerá al lago escocés a más de un millar de personas (ya hay 44.000 interesadas).
Pero las autoridades han advertido de los riesgos que entraña esta odisea. En declaraciones al Huffington Post de Reino Unido, la Royal National Lifeboat Institution (una organización que salva vidas en el mar) aseguraba que no se podía subestimar la presencia de tantas personas en el Lago Ness.
Por si fuera poco, el agua está gélida y «la reacción del cuerpo al bajar repentinamente de los 15 grados centígrados puede suponer la muerte inmediata», ha comunicado la portavoz de la Royal National Lifeboat Institution. Ante tales circunstancias, «recomendamos a los organizadores -ha continuado- que reconsideren, por la seguridad de todos, dejar a Nessie en paz».
Pero, en mi opinión, a los organizadores y a las autoridades se les ha olvidado algo… ¿Y si se presentan los animalistas para defender a 'Nessi'? Entonces, se puede montar una batalla campal… Y con este panorama, si el pobre animalito asomara la cabeza -es una hipótesis, claro- seguiría escondido por mucho tiempo.