Tras el titular, llega el subtitulo: Un reciente estudio australiano apunta en esta dirección pero, ¿y si la culpa no es de los niños?
Continúa el artículo: Dice la ciencia que los primogénitos nacen con las papeletas para ser los más listos, aunque también hay estudios que apuntan a que tienen peor salud que sus hermanos, como contamos en BuenaVida. Sobre los pequeños también hay investigaciones: son más propensos a tener peor comportamiento que los mayores, aunque la historia ha demostrado que son capaces de hacer grandes cosas (Marie Curie, Darwin o Bach son algunos ejemplos). Ahora, un estudio australiano desvela nuevas conclusiones sobre los segundos hijos: al parecer, podrían empeorar la salud mental de sus progenitores. Pues yo, enloquezco seguro.
La investigación, que se ha basado la encuesta sobre hogares, ingresos y dinámicas laborales en Australia (HILDA), que se hizo a 20.000 australianos durante 16 años, analiza cómo afectan el nacimiento y la crianza de los hijos a la salud de los padres, tanto a corto como a largo plazo. Las conclusiones apuntan a que el segundo genera mucho más estrés que el primero, sobre todo a las madres. Pero la culpa podría no ser del pequeño de la familia. De la que se ha librado.
Yo no sé de quién será la culpa del deterioro mental de los padres, pero lo que creo que sí sé es lo que, realmente, quiere decir 'El País': hay que tener 3, 4 o 5 hijos para evitar que ser padres nos afecte.