Después de expulsar a un bebé de un mitin ya no me cabe ninguna duda: Donald Trump es un submarino del Nuevo Orden Mundial (NOM) y del Partido Demócrata, de Obama y Hillary Clinton para que pasásemos del negro a la chica. Trump no puede hacer más por perder ante Hillary y el NOM y consigue así colocar en el centro del debate su paradigma: la ideología de género. Y en el orden debido: primer objetivo, conseguido hace ocho años, un "negro en la Casa Blanca". Segunda etapa, una mujer, naturalmente feminista radical y ultraabortera. El tercero debería ser un gay, pero el futuro está abierto. Porque nadie puede creerse que Donald Trump, candidato republicano a la Casa Blanca tenga tanto empeño en perder. En algo tenía razón, las elecciones norteamericanas están 'manipuladas' por el NOM. Sólo que Trump no es el enemigo: forma parte de esa manipulación. Y al hilo de esto, cabe reseñar las últimas encuestas, en las que Hillary ya aventaja en nueve puntos a Trump. Hispanidad redaccion@hispanidad.com