Recuerden cómo empezó el Prestige. El Gobierno Aznar decidió alejar el barco de la costa y el barco se rompió. Decisión muy controvertida y sobre la que hoy todavía no hay consenso: ¿un barco averiado hay que meterlo en puerto o alejarlo? Ahora en Gran Canaria al PP le vuelve a ocurrir lo mismo: barco pesquero ruso, el Oleg Naydenov, incendiado y alejado del puerto se hunde. Y entonces, ¿qué pasa con el fuel? Por si sucede otra vez, a lo mejor hay que tener más claros los criterios. Por cierto, el Prestige estuvo a punto de terminar con la carrera política de Rajoy, pues era él el ministro de guardia (acuérdense de los "hilillos de plastilina"). Ahora, es el presidente del gobierno. Hispanidad redaccion@hispanidad.com