La imagen del Rey vuelve a colgar del salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona. El retrato tiene un tamaño de 30 centímetros de ancho por 40 de altura, según parece, -indica La Razón- el tamaño mínimo indispensable. La colocación del cuadro en la sala, en un lateral, tampoco es baladí, ya que solo es visible desde la bancada que ocupan ERC, Ciutadans y PP. Por lo que está situado a las espaldas de BComú, PSC, Junts y BCN pel Canvi.
Colau ha señalado que “estamos orgullosos de que retiráramos el busto del rey emérito porque es un corrupto confeso fugado a una dictadura árabe. Su imagen no va a volver nunca más a este pleno”. Ha asegurado que no lleva la bandera republicana en su mascarilla por la cuestión del retrato del Rey, sino por las palabras del ministro durante la Transición Ignacio Camuñas (UCD) negando el golpe de Estado de 1936 y responsabilizando de la Guerra Civil al Gobierno republicano, y ha pedido que los líderes políticos “marquen líneas rojas y no permitan banalizar el fascismo”.