Joe Biden anda persiguiendo a caballo a los inmigrantes que tratan de entrar en Estados Unidos desde la América Hispana, y desde la francófona Haití.

Trump quería levantar un muro pero Biden, que fue quien, junto a Obama, comenzó el muro, en 2008, ha decidido que el muro es muy caro y arracima a los desesperados debajo de un puente, algo hemos mejorado.

Los manifestantes exigen al presidente de los Estados Unidos que cumpla su promesa de regularizar a 8 millones de estadounidenses que ya están dentro, promesa por el momento incumplida.

En cualquier caso, en la frontera en México y Estados Unidos vuelve a repetirse idéntica negación de la evidencia: la emigración es mala por sí misma y acoger a los inmigrantes es de justicia, hay que hacerlo, pero no enriquece al mundo pobre.