El peruano Mario Vargas Llosa entró en la Academia francesa e invitó a París al Rey Juan Carlos I de España, desafiando todo lo políticamente correcto. El exiliado en Abu Dabi estuvo acompañado por su hija, la infanta Cristina, otro miembro regio condenado al exilio interior... y exterior. 

Mientras, la Reina Sofía brilló por su ausencia y el Rey Felipe VI continúa escondido de Pedro Sánchez, sin atreverse a hacer frente al presidente del Gobierno a pesar de que éste se comporta como un jefe de Estado y ha arrinconado al actual monarca. 

Y sí, la esposa de Juan Carlos I, la Reina Sofía también estuvo ausente y ya acumula demasiadas ausencias. 

¡Bien por la infanta Cristina!, que no esconde la cabeza. Y bien por Vargas Llosa.

Tampoco estuvo Isabel Preysler aunque, en este caso, desconozco las razones.