Reunión de los primeros figuras del IBEX con el líder de BlackRock, el norteamericano Larry Fink, en el hotel Villamagna de Madrid. Allí estaban Álvarez Pallete (Telefónica) Sánchez Galán (Iberdrola), por cierto, muy silente, Carlos Torres (BBVA), Josu Jon Imaz (Repsol), etc.
¿Qué dijo Fink? Pues dos cosas: la primera, que esto del teletrabajo no es un avance sino un retroceso. En la pandemia se nos presentó el trabajo a distancia como la panacea para todo tiempo, algo que había venido para quedarse. Pues bien, ahora las cosas han cambiado. Primero porque lo que no se dice, sólo se piensa, es que el teletrabajo está fomentando la vagancia. Segundo, porque el trabajo es comunicación y la comunicación mediada por un auricular o una pantalla es eso: comunicación intermediada.
Segundo mensaje de Fink, que el hombre de BlackRock ya expusiera meses atrás: lo del medioambiente está muy bien -de hecho, el fue uno de los primeros apóstoles de la ecología-, pero primero hay que ser rentable. Y es que resulta que la ecología suele ser enemiga de la economía.
Es más Laurence Fink ya hace tiempo que llegó a la conclusión de que la sostenibilidad no es sostenible porque lo verde es muy caro y un poco tonto.
Con lo moderno que es él.