Tiene su gracia, que el Gobierno que más ha despreciado a la Iglesia católica, el liderado por Pedro Sánchez, el profanador de tumbas y espacios religiosos, por ejemplo, la Basílica del Valle de los Caídos, así como el Ejecutivo de toda la etapa democrática que se ha mostrado más empeñado en asfixiar económicamente a la Iglesia, eleve ahora, y tampoco mucho, de Subdirección General a Dirección General el Departamento responsable de Libertad religiosa. Un mero cambio de nombre para decir que el Sanchismo no es lo que es: el Gobierno más cristófobo y anticlerical que haya sufrido España.
El departamento que con el Sanchismo abarca todas las religiones menos la católica, es decir, la mayoritaria.
Sánchez es incapaz de felicitar a los católicos españoles para la Semana Santa o por Navidad; esto último lo hace con un cansino felices fiestas, en el congreso y de mala gana. Sin embargo, no duda en enviar una cariñosísima y respetuosa felicitación a las autoridades musulmanes por el Ramadán.
En cualquier caso, que el ministro Bolaños tenga este 'detalle' con los católicos, detalle que suena a burla -bueno, con todos los credos en su totalidad manifiesta- tiene su enjundia, dado que es el mismo ministro que ha repetido que la Iglesia católica no puede tener privilegios fiscales cuando lo cierto es que no los tiene.
Por no hablar de que Félix Bolaños es el personaje que se ha burlado, vía memoria histórica de los múltiples asesinatos contra católicos que se perpetraron durante la II República y la guerra civil española.