Decían los romanos que al burro no le toques la lira, no está capacitado para valorarla. ¿Un impuesto para que se reduzca la inflación? Para que se reduzca la inflación se quitan impuestos, no se ponen, porque el impuesto es un componente más del precio. Si suben los impuestos sube el precio de las cosas, no baja. Si encima el impuesto es sobre los ingresos de la empresa, no sobre el beneficio de la empresa, entonces se está grabando, no sólo a los propietarios, sino también a empleados, a la inversión que crea empleo, a los clientes, a la sociedad entera.
Si se trata de energía con más razón porque se trata de un bien de primera necesidad, de uso intensivo y porque, encima, para la industria constituye una de las claves de la productividad, es decir, de la competitividad.
Y cuando la crisis energética es global, pues con más razón, campeón: tienes que bajar los impuestos para bajar los precios... y a lo mejor de forma definitiva, mientras buscas otras fuentes de energía alternativa, intensiva y no dependiente. Por ejemplo, la energía nuclear. Primero la que ya tenemos, la de fisión, luego la definitiva que aún no controlamos: la de fusión nuclear.
Pero al burro no conviene tocarle la lira. Sirve para poco.