La número dos del Gobierno clausuró el XIII Encuentro Financiero organizado por KPMG y Expansión, ante un auditorio medio vacío. De hecho, su intervención fue la que menos público congregó de todo el evento, tal vez porque los empresarios y directivos se han cansado de escuchar tantas mentiras. Alguno dirá que era la hora de comer y que era la última intervención, y es cierto, pero estamos hablando de la ministra de la cosa económica y de un público directamente involucrado... en la cosa económica.
La realidad es que los que no estuvieron no se perdieron nada. Calviño dedicó todo su discurso-mitin al “fuerte crecimiento de la economía española”, gracias al trabajo del gobierno que, según ella, se ha anticipado a la crisis aprobando medidas desde hace año y medio. La evidencia científica de que crecemos más que nadie en Europa es el “extraordinario comportamiento” del empleo, con récord histórico de personas activas, gracias a la reforma laboral. Lo que no dice es que somos el país con más paro de toda la Eurozona, por delante incluso de Grecia, y que tanto la contratación pública como el empleo precario se han disparado.
España crece más que nadie, pero cayó más que nadie y será el último país Euro en recuperar el nivel pre-pandemia. Y lo más preocupante: la política económica del Gobierno consiste en repartir subvenciones, también a multinacionales extranjeras para que instalen fábricas o centros de datos y ya veremos qué hacen cuando se les acabe el dinero. ¿Por qué no desarrollar industrias españolas que fabriquen patentes españolas?
Lo que no dice Calviño es que somos el país con más paro de toda la Eurozona, por delante incluso de Grecia, y que tanto la contratación pública como el empleo precario se han disparado
Calviño está tan lanzada que niega, incluso, que la elevadísima deuda pública (1,5 billones de euros en septiembre, el 116% del PIB) vaya a ser un problema, porque hemos alargado la vida media de la deuda, lo que implica, y todo el mundo sabe, que al final pagaremos más por ella.
No les voy a torturar más. Solo un apunte final que resume la demagogia de la vicepresidenta y del Gobierno Sánchez en su conjunto. Respuesta de Calviño a María Dolores Dancausa, que el día anterior aseguró que Bankinter recurrirá el impuestazo: “Lamento ese tipo de declaraciones porque es el momento de arrimar el hombro”, afirmó. ¿Comprenden? Ella todo lo hace por el bien de los ciudadanos, por lo que si alguien se opone a sus medidas, por ejemplo, los malvados banqueros, es porque está en contra de los ciudadanos.
Y como ella es incompatible con la verdad, soltó otra vez lo de los “beneficios extraordinarios” de la banca.
No me extraña que Calviño tenga cada vez menos audiencia.