Nuevos audios en los que el futbolista Gerard Piqué asegura que el Rey Juan Carlos I podría ayudar a conseguir el contrato con Arabia Saudí, consistente en que la Supercopa de España (jugada por Real Madrid, Barça, Atlético de Madrid y Athletic Bilbao) se celebrara en Arabia.
Mira por dónde, el independentista Gerard Piqué, el hombre que lloró por los catalanes -"mi gente"- golpeados por la pérfida policía por ir a votar en el referéndum el 1-O propone a Rubiales, "Rubi" -¡mira qué eres hortera, Gerard!-, que el Rey de España, Juan Carlos I, el enemigo, ayudara a conseguir el contrato: la pela es la pela.
En cualquier caso, la operación es inmoral, una falta de ética, bastante repugnante, y por la Rubiales debería responder cuanto antes y Gerard, que ya ha respondido, debería dejar de decir sandeces, propia de un caradura de feria.
Y encantador el vídeo de respuesta del futbolista Gerard Piqué, a vueltas con la legalidad y la moralidad de la operación. A Piqué, al que le encanta blasfemar ante las cámaras, asegura que la única ilegalidad consiste en que alguien haya grabado sus conversaciones telefónicas y las haya filtrado a un medio de comunicación. No, no es la única, porque La Federación no puede pagar comisiones, pero lo de la ilegalidad de las escuchas es verdad. Así empezó el Caso Villarejo, cuyo sustrato es este. Incluso conversaciones nobles, sacadas de contexto, resultan aberraciones perseguibles.
Ahora bien, la explicaciones de Piqué son cosa de mucha risa. En primer lugar, desde luego que llevarse 24 millones en seis años simplemente por llevarse la Supercopa a Arabia Saudí, es inmoral, aunque Piqué es tan moderno que no le gusta entrar en ese terreno tan opibale de la moral y la ética.
Ahora bien, sí hay ilegalidad si resulta que Luis Rubiales, presidente de la Federación de fútbol sí cedió esas comisiones a Piqué, dado que la Federación, como es lógico, tiene prohibido rendir comisiones a terceros. Es un organismo público, propietario de la competición que vende. Por tanto, no puede pagar comisiones a una empresa privada, que es a lo que se dedica Kosmos Global, la empresa de Piqué.
Por cierto, si todo era legal, ¿por qué Gérard Pique pidió ayuda a la Federación Española de fútbol?