Cartas al director
A la memoria del católico Ignacio Echaniz: un hombre bueno, generoso y positivo, de los que necesitamos en España
Sr. Director:
Con consternación y sorpresa, me acabo de enterar, por el diario Abc (que leo todos los días y que para mí es el mejor diario de España y uno de los mejores del mundo), de la muerte del querido amigo, el gran vasco-español José Ignacio Echaniz Valiente.
Ignacio Echaniz nació en Guetaria (Gipúzcoa/País Vasco-España), en 1958 y murió en Madrid (España), el Día de Navidad, el 25 de diciembre, uno de los días más importantes y significados para el cristianismo, cuando nació el Niño Jesús, el Niño Dios.
He vivido, cerca de Guetaria, en San Sebastián, una de las ciudades más bellas de España y del mundo, donde me casé, en su catedral El Buen Pastor y donde milité, me movilicé y lo sigo haciendo activa y pacíficamente: frente a la dictadura franquista y otras dictaduras Portugal, Cuba-Venezuela, Chile, Vietnam, China, las comunistas, neocomunistas, las teocráticas del mundo islámico, frente a los regímenes contaminadores, en nombre de lo que sea menester y se tercie, totalitarios, fundamentalistas, extremistas, nacionalistas, dictatoriales, autoritarios, populistas, violentos, corruptores-corruptos, de juego sucio, gravemente violadores de los derechos humanos, sin elecciones y con elecciones, etc. (como se verifica, empírica, científicamente -lo que se puede medir, de forma honrada, fundada, probada, rigurosa, científica, es lo que mas y mejor se puede mejorar-, las dictaduras que siguen y en plan totalitario, fundamentalista, nacionalista, las que más duran y con mucha más contaminación, represión, control, violencia, corrupción, juego sucio, son las comunistas, neocomunistas, islámicas-teocráticas, populistas, neopopulistas, etc.); me movilicé y lo sigo haciendo, en defensa de la nación española y otras naciones, por la nación, democracia y economía de mercado honradas, de/por/para el juego limpio, con seguridad, garantías y controles democráticos bien definidos, establecidos y medidos, y buenos principios, libres, abiertas, integradoras, competitivas, cooperativas, críticas positivas, creativas, integradoras y profundamente humanas, donde el Estado es un instrumento para tratar de liberar las energías más positivas y creativas, las inteligencias múltiples y más positivas, para hacer justicia dentro del Imperio de la Ley y el Estado de derecho debidamente definidos y controlables, para tratar de dar y exigir a cada uno, persona individual y jurídica, etc. lo que les corresponde en trabajo, critica, justicia, etc. justos, positivos, competentes, eficientes, etc.; frente a las doctrinas, ideologías, utopías y políticas de la contaminación (la peor contaminación es la del alimento espiritual que da lugar a las peores contaminaciones, envidias, odios, resentimientos, victimismos, narcisismos individuales y de grupo, demagogias, populismos, fundamentalismos, dogmatismos, relativismos, materialismos, espiritualismos, utopismos, tribalismos, nacionalismos, multiculturalismos, extremismos, dominaciones, tiranías, dictaduras, autoritarismos, fanatismos, enajenaciones, carrerismos, oportunismos, todovale, tajadismos, corrupciones, juegos sucios, sujeciones, persecuciones, amenazas, chantajes, acosos, abusos, maltratos, violencias, terrores, barbaries, etc.); frente a las doctrinas, ideologías, utopías y políticas de la mentira, el engaño, fraude, estafa, de la soberbia-prepotencia-desmesura (Hybris/Hibris/Síndrome del Hybris), de la envidia, el odio, rencor, la exclusión, discriminación, fundamentalismo, fanatismo, politiquería, partidismo, sectarismo, clientelismo, comisionismo, malgasto, malversación, oportunismo, carrerismo, tajadismo, abuso, maltrato, violencia, terror, etc., en nombre de cualquier tipo de totalitarismo, fundamentalismo, fanatismo, dictadura, autoritarismo, demagogia, populismo, extremismo, narcisismo, nacionalismo, corrupción, juego sucio, utopismos, de lo que sea menester y se tercie; frente a todo tipo de guerracivilismos, anticlericalismo, especialmente católico, que han venido teniendo lugar en España en los siglos XIX y XX y que algunos se empeñan en mantener en el Siglo XXI.
Nos hemos movilizado y seguimos movilizando, activa y pacíficamente, por/para alcanzar la democracia representativa con seguridad y garantías, tal y como sucede en las mejores democracias del mundo, en las naciones democráticas mas desarrolladas, avanzadas de Occidente. Empero, ¡OJO!, siempre y cuando no sean naciones, democracias decadentes, débiles, claudicantes, acomplejadas, corruptoras-corruptas, extractivas, de juego sucio, etc. Al contrario, luchamos, activa y pacíficamente, por naciones democráticas representativas, libres (con libertad religiosa y el resto de las libertades democráticas, debidamente garantizadas), con seguridad y garantías, siempre, en proceso de mejora con trabajo, educación, universidad, cultura, critica y justicia, etc. justos, positivos, competentes, eficientes, etc., pero, dicho proceso de mejora, debidamente controlado, medido con honradez, humildad y el máximo rigor, pues, como hemos dicho y conviene tenerlo muy presente y aplicarlo, lo que se puede medir honradamente, de la forma más rigurosa, es lo que mejor, lo que más se puede mejorar.
Miguel Cancio
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