Cartas al director
A. Rivera Díaz, el hombre de Ciudadanos
Sr. Director:
Albert Rivera, el presidente de Ciudadanos, quiere ser el político que asuma todo sin ser nada en concreto.
Su transversalidad política es signo de confusión ideológica. Vendió su programa y pacto con el PSOE para que Pedro Sánchez llegara a la Moncloa, todo un fracaso, del que ahora no quiera saber nada, como el no va más de la coherencia y de la responsabilidad política.
Atacaba al inmovilismo de Rajoy, cuando él se movía en todas las direcciones sin una meta clara que no fuera destruir a Rajoy y al PP como el partido corrupto, mientras que pactaba con el partido con más corrupción en Asturias, Andalucía.
Presume de ser progresista y optar por el cambio, mantras que nada significan en la vida real, sino todo lo contrario. Su gran deseo es que el propio PP eche a Rajoy y por ese fin sigue conspirando como el único punto de su campaña electoral. En sus cuadros abundan los socialistas que fueron ninguneados por Zapatero como Luis Salvador, ese exsenador por el PSOE, que ahora ataca a la prensa por amarillista y rosa cuando denuncia las ilegales de la financiación del Ciudadanos, o como el asturiano Prendes que después de pactar con el PSOE para que Foro no gobernara en Asturias, destrozó UPyD para pasarse a Ciudadanos.
Rivera presume de progresista y es tan reaccionario quiere acabar con la libertad de enseñanza concertada y diferenciada constitucionales con el derecho a la vida del nasciturus, con la familia y el matrimonio admitiendo la ideología de género como la panacea de progreso. Su única obsesión es su mentirosa y sectaria ecuación PP Rajoy=corrupción. Sus medidas económicas por mucho que las defienda como progresistas son una rémora para superar el paro y proteger la educación, la sanidad y los servicios sociales.
Sólo le queda a Rivera después del pacto ridículo con el PSOE, para investir a Sánchez, atacar a Rajoy para conseguir algún voto del PP, porque por la izquierda nadie quiere pactar con él, ni el PSOE al que se amarró para buscar protagonismo de político moderado y transversal. Lo que fue un fiasco que tiene que pasarle factura en las próximas elecciones.
F. Martínez
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