Sr. Director:

La historia se repite. Cuando Pilato pregunta a los manifestantes manipulados por los fariseos a quién quieren que libre, a Jesús, o a Barrabás, que era un bandido, dijeron: ”Suelta a Barrabás” y les pregunta y ¿Qué hago con Jesús llamado el nazareno? ¡Crucifícalo! Pilato viendo que los manifestantes no cesaban en su petición, se lavo las manos, y dijo: “soy inocente de la sangre de este justo”. Y todo el pueblo respondió: ¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos! Tremendo.

Pienso que la mayoría de los que lean este escrito, ya conocen este suceso, pero es terrible que los padres dejen de herencia a sus hijos la sangre de un Justo. ¿Por qué escribo esto? Hablo de mi propia experiencia y de muchos más. Nuestros padres nos dejaron una sociedad cristiana y vamos a dejar de herencia a nuestros descendientes una sociedad pagana, ¿Vamos hacer lo mismo que los israelitas? Es para pensarlo y no es nada tranquilizador el estado actual de la sociedad. Hay muchos Pilato que se lavan las manos, no quieren saber nada, y muchos, digamos ignorantes, que están manipulados por los enemigos de Cristo, y corremos el peligro de que esa sangre inocente, no solamente la de Cristo también la de tantos millones de abortos caiga sobre nuestras cabezas y las de nuestros hijos.