Sr. Director:

Es cierto que la sociedad española es plural pero eso no significa que el Estado pueda menospreciar la dimensión religiosa, relegándola al ámbito privado. La muerte es también un acontecimiento de relevancia pública en la vida de las personas. En este período en que se atisba la vuelta a la normalidad, puede plantearse la declaración de luto oficial en España, acompañada de gestos que recuperen la memoria de quienes nos han dejado. Hay que dar el protagonismo debido a los que han muerto, que no son meros números, sino biografías siempre singulares, e invitar a la sociedad al reconocimiento y la plegaria por quienes nos han legado una herencia de progreso que no ha sido públicamente agradecida, como era debido.