Sr. Director: Se apaga la estrella de CDC convertida en unas siglas negativas. Los Pujol, el Palau, el 3%, los tesoreros en libertad provisional, las sedes embargadas, decenas de imputados y casos abiertos... Y, como era de esperar, los responsables de Convergencia dicen ahora que quieren "refundarla". Sale en todos los manuales de marketing: si una marca no funciona porque se asocia con valores negativos, hay que relanzarla: un nuevo nombre que sugiera algo positivo y apetecible, un logo moderno y una atractiva campaña. El problema de Artur Mas es que para soltar lastre de la corrupción, los recortes sociales y la aventura a ninguna parte que ha supuesto el separatismo no le va a bastar con unos simples toques de marketing. Da la impresión que Convergencia, aunque se vista de seda, Convergencia se queda. Miguel Torres