Sr. Director:

Una encuesta realizada en Estados Unidos en 2019 por la Agencia Pew Research Center señala que solo alrededor del 31% de los católicos de EEUU creen en la presencia real de Nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristía.

Otra noticia dice que en Colombia la Conferencia Episcopal está haciendo el II Curso de exorcismo y oración de liberación. Según explicó Monseñor Gabriel Londoño Sepúlveda, exorcista de la archidiócesis de Bogotá, el encuentro tuvo como objetivo dar respuestas a las nuevas situaciones espirituales que están surgiendo en todo el mundo, para auxiliar a las personas, cada vez más, que se sienten acosadas por el mal. Otra noticia: en España están creciendo las capillas de adoración perpetua, ya suman 70 capillas.

Estas noticias, de forma abreviada, las publica la Revista Heraldos del Evangelio, agosto 2022. Lo que sigue es por mi cuenta. Uno se pregunta: ¿Cómo ser puede ser católico y no creer en la presencia de Cristo en la Eucaristía? Y la otra noticia intrigante es la cantidad de personas que se sienten acosadas por Satanás. ¿Tendrá esto algo que ver con la desacralización de la Divina Eucaristía? Con la nueva liturgia surgida después del Concilio Vaticano II, la Misa Tridentina que celebraba la Iglesia Católica fue suprimida.

La celebración de la Santa Misa es el sacrificio incruento de Cristo en el Calvario y de su Resurrección. Con las palabras de la Consagración que formula el sacerdote celebrante se produce un asombroso milagro, el pan se convierte en el Cuerpo de Cristo y el vino en su Preciosísima Sangre. En esta nueva liturgia, celebrada de cara al público y de espaldas a Dios, poco o nada queda del sacrificio. Antes, cuando se celebraba de cara a Dios, este asombroso milagro no se exponía a los fieles como hacen ahora, y el misterio quedaba como signo de adoración ante la presencia de Dios, por las palabras que pronunciaba el sacerdote. Ya, en el Templo de Jerusalén, había un lugar sagrado el “Sancta Santórum” que guardaba las Tablas de la Ley, en cuyo recinto exclusivamente podía entrar el Sumo Sacerdote de Israel, y solo en el Día de la Expiación.

¿En qué se ha convertido el Templo Santo de Dios? ¿Dónde está el Sancta Santórum? No es de extrañar que sean tan pocos los fieles que creen en la presencia de Cristo en la Divina Eucaristía, ni que cada vez mayor número de personas se sientan acosadas por Lucifer. Solo venceremos a Lucifer adorando, acompañando y desagraviando a Cristo Jesús, nuestro único Señor y Salvador. Podemos incorporarnos a una capilla de adoración perpetua y ese sería el mayor gozo de nuestra vida.