Sr. Director: En España atravesamos un momento lleno de incertidumbres, en el que predominan el cálculo partidista y la cerrazón ideológica sobre la búsqueda del bien común y la preservación de la concordia social que alumbró la Constitución de 1978. Precisamente por eso, la sociedad española está más necesitada que nunca de ese mutuo perdón esperanzador que abre el corazón al entendimiento, cada día más deteriorado. Es una tarea a la que debemos sentirnos especialmente llamados los  cristianos a través del testimonio de la verdad, del diálogo sincero y la acogida de quienes son diferentes. Es urgente promover una verdadera amistad cívica que trascienda los límites de los partidos y las ideologías, como sucedió durante la Transición. Suso do Madrid