Llama la atención que aquella denuncia de Maragall, el famoso tres por ciento de CiU, tan rápidamente retirada, no fuese suficiente para investigar lo que hubiera de verdad en esas supuestas comisiones, que representarían una corrupción sistemática, más allá del dinero oculto por los Pujol de una herencia todavía sin justificar.
Aun así conforta ver que la Justicia, aunque lenta, ni olvida ni tiene en cuenta la filiación política de los supuestos implicados. Así se ha puesto de manifiesto en los diversos casos de corrupción aflorados en los últimos meses, desde Gürtel al fraude en la Caja de Ahorros de Castilla La Mancha durante la gestión del socialista Hernández Moltó, que tanto destacó como martillo de corruptos cuando ejercía como diputado del PSOE. Y es que los corruptos están en todos los partidos.
Pedro García