Sr. Director:
Referente al problema de la población migrante, el hecho es que la inmensa mayoría de los migrantes en situación irregular no llegan en pateras sino con un visado de tres meses. Esperan tres años para regularizarse, en los que se da la situación paradójica de que muchos se integran en la economía sumergida pero no pueden acceder a una vivienda. No es extraño que queden a merced de las mafias. No cotizan a la Seguridad Social ni pueden acceder a los servicios públicos. No sería descabellado que aquellos que estén en España y tengan una oferta de trabajo pudieran residir regularmente de forma inmediata. Se ha argumentado que la espera de tres años en situación irregular es una forma de evitar el efecto llamada, que sin duda es un problema que hay que resolver, pero no de este modo. La crisis del Covid puede ser una buena ocasión para cambiar una política migratoria que no ha funcionado.