Sr. Director:

David Sassoli, Presidente del Parlamento  Europeo, es un político muy brillante y católico, gran admirador y defensor de la postura del Papa ante la responsabilidad de Europa en pandemia del Covid-19. En una entrevista muy sólida y documentada ha hecho claras referencias a los discursos recientes del Papa, muy especialmente al  pascual con motivo de  la bendición Urbi et Orbi, en el que afirmó que Europa saldrá de esta gran crisis como lo logró    después de la II Guerra Mundial, gracias a un auténtico espíritu de solidaridad, que le permitió superar la rivalidad del pasado. Europa, afirma David Sassoli, debe centrarse en la defensa de las personas, porque es el momento de que la Europa de los Estados, de las Naciones de los gobiernos, pueda fortalecer sus instituciones las del Norte y la del Sur. Europa debe fundar  un plan de reconstrucción de la solidaridad.

 David Sassoli, defensor de las raíces cristianas de Europa, su fundamento político-moral, sostiene que para los cristianos es natural pensar en la vida de los demás, de los dentro y de los de fuera del espacio europeo. Por eso afirma que  las palabras del Papa Francisco impresionan a todos y llaman a la responsabilidad, también de los no creyentes. Para él, el Papa ha hecho muy bien  en llamar a los europeos a la solidaridad, para que sean en  estos momentos punto de referencia para reapropiarse de los valores más importantes para el hombre; el valor de la vida de toda persona humana-niño o anciano-. El valor de los derechos inalienables de las personas, el derecho a la libertad en todas dimensiones, de expresión, de reunión y circulación

Concluye David Sassoli, con una afirmación inquietante: Europa  se fundó  en los valores-humanismo cristiano- aunque cueste mucho expresarlos. El problema es que a menudo el egoísmo de las naciones, un mal sentimiento nacionalista, la idea de que soy mejor que el otro, nos impiden desarrollar nuestro potencial y manifestar nuestra identidad. Creo que la crisis podría ser una oportunidad para librarnos de nuestras cadenas.