Sr. Director:
Ese principio, el de “demanda social”, hace efectiva la libertad de elección de centro escolar, que incluye la gratuidad de la enseñanza sin discriminaciones, el trato en igualdad de condiciones de los diversos centros y la libertad para su creación. Esta concepción, que es la propia de nuestro modelo constitucional, no debería estar en entredicho.
La Iglesia ofrece su plena disponibilidad para colaborar en un proceso de reforma educativa que exige tiempo, diálogo y disponibilidad para alcanzar un muy deseable “Pacto Escolar”.