Sr. Director:
En el ámbito del gobierno de la mentira, se recurre mucho a ciertos derechos cuando les acusamos de abusos legislativos para establecer como normal disparates sociales que están contra la razón, contra la naturaleza y contra la propia ciencia.
Echando la mirada atrás recordamos épocas como las del nacismo o el comunismo que provocaron miles o millones de muertes, sin sentido y sin legalidad alguna. Eran unos abusos desmedidos que generaban horror, entonces y todavía. ¿No te parece así, inmadura Irena Montera? ¿No te parece así, ególatra Pedro Sánchez el mentiroso?
Pero en nuestro tiempo, existen unos “comunistas” que pretenden justificar esos horrores con la manía obsesiva del “derecho”. No hay campos de exterminio, pero sí clínicas abortivas. ¿Y que hacen en esas clínicas? Lo mismo que en los campos de exterminio: matar seres humanos. ¿La justificación que aplican? El derecho de la mujer a matar a su hijo. ¿Alguien puede creer que la vida de la madre vale más que la de su bebé? Un bebé tiene por delante una vida mucho más larga que la de su madre, por tanto su vida vale mucho más. Para matar, la razón nunca puede justificar ningún derecho, incluso siendo peor que Hitler. Claro que hay cierta similitud entre los gobernantes actuales y los de entonces: el acercamiento al totalitarismo.
Derecho a matar ¡Nunca!, fray Mentiras. Derecho a matar ¡Nunca!, Irena Montera. Derecho a la pederastia ¡Tampoco!, inmadura Irena. El totalitarismo de nuestro mentiroso gobierno es asqueroso, inhumano, terriblemente denigrante con el pueblo y sumamente peligroso para España; claro, es defendido por la aversión de un autócrata por nuestro País.