Sr. Director:

Hemos comenzado bien el siglo XXI, el tercer milenio. Estos acontecimientos señalan claramente que la situación del mundo y de la Iglesia Católica no van por buen camino. Hemos visto como se ha establecido la Gobernanza Global, el Nuevo Orden Mundial, el coronavirus que no sabemos cuando acabará y lo más triste y doloroso la mundanidad y la desacralización por la que atraviesa la Iglesia Católica. Pero ante tanta tragedia ha surgido una tenue luz. En las elecciones políticas en la Comunidad de Madrid, el pueblo se ha manifestado y declarado que en su mayoría sigue siendo católico.

Se nos presenta una oportunidad que no podemos desaprovechar, hay que emprender una nueva reconquista. España ha sido luz y guía para muchas naciones a las cuales llevó la civilización cristiana. Tenemos que salir de este estado sin Dios, totalmente paganizado y corrompido, por que muchas naciones esperan que les llevemos esa luz que iluminó sus existencias. Madrid es el corazón de España, el pueblo se ha manifestado, la Iglesia tiene que liderar esta reconquista para llevar nuevamente el Evangelio al mundo, solo desde esa conversión podemos alcanzar la libertad, la paz, la hermandad y la ilusión.