Sr. Director: Es fácil detectar que la actitud ante la muerte es muy distinta según las personas. Se podría pensar que todos tenemos miedo a la muerte, pero la realidad es que hay grandes contrastes. Hay un breve libro, recién editado, de Tolstoi, tres breves relatos, verdaderamente sustanciosos. Al comentarlo con otros lectores, hay cierto acuerdo en que los rusos son más profundos a la hora de escribir sus novelas o cuentos que muchos escritores occidentales. En este libro, que la editorial a titulado Después del baile, encontramos tres relatos breves con un tema común: la muerte. El arte de este autor ruso queda otra vez de manifiesto, describiendo en muy pocas páginas el fondo de las personas, las situaciones, los lugares. La narración que hace en el primero, que da nombre al libro, de una fiesta típica de la aristocracia rusa, con enamoramiento incluido, es de lujo. Y el contraste con el final de la historia deja al lector impactado. El tercer relato, más previsible, es, una vez más, el cuento de la lechera, o sea la ambición, en un agricultor. El segundo se titula Tres muertes y, por lo tanto, no deja duda sobre el contenido. Dos personas muy distintas. Una mujer de la nobleza gravemente enferma, que quiere huir de la muerte, le pide a su esposo que la lleve a Italia, segura de que allí la pueden curar. El segundo es un cochero que está en una estación de postas desahuciado, consciente de que va a morir, conforme.  Dos actitudes. El que tiene mucho, se agarra a la vida. El que no tiene nada, pensando en la otra. Suso D.