Sr. Director:

Pero no es nada nuevo, la Olimpiada de París ha sido aprovechada por Satanás para ofender y atacar a la Divina Eucaristía  pues es un acontecimiento universal, más a propósito imposible. Pero esto empezó hace muchos años antes; estoy cansado de denunciarlo, después de estar 50 años en la Adoración Nocturna, y aunque soy anciano (88 años) sigo todos los días adorando y acompañando al Señor, que está solo en muchos sagrarios.

Según mi propia experiencia, el ataque final contra la Divina Eucaristía, comenzó con la comunión en la mano, propiciada y propagada por miembros de la Jerarquía, “tontos útiles” o infiltrados por Satanás para destruir a la Iglesia desde dentro. Llevamos ya muchos años con esta sacrílega y profanadora actuación, y he contemplado y sigo sufriendo, viendo como esta desacralización aumenta de día en día sin que nadie ponga remedio, lo cual confirma que el mal está dentro de la Iglesia católica, pero en la Olimpiada de París Satanás se ha quitado la careta y ya nadie puede llamarse a engaño; esta actitud es sin duda alguna que Satanás está dando los últimos estertores. Su fin está próximo y vendrá el Triunfo del Inmaculado Corazón de María, que anunció en Fátima.