Sr. Director:
“La manera en que Dios mismo actúa con su pueblo infiel -es decir, con nosotros- nos enseña que el amor herido puede ser sanado por Dios a través de la misericordia y el perdón”, añadió el Obispo de Roma asegurando que, ante tantos fracasos matrimoniales dolorosos, la Iglesia está llamada a vivir su presencia de caridad y misericordia, para redirigir hacia Dios los corazones heridos y perdidos.
“Invoquemos a la Virgen María, para que ayude a los esposos a vivir y renovar siempre su unión a partir del don original de Dios”, concluyó el pontífice. Yo no me atrevo a añadir nada más.