Sr. Director: Es lamentable la actitud del defensor del pueblo autonómico de Cataluña, Rafael Ribó, quien ha cargado contra el bilingüismo en Lérida. Resulta que nuestro ayuntamiento ha enviado alguna carta en las dos lenguas oficiales y ha colocado algunas señales de tráfico también en ambos idiomas. Lo que debería ser absolutamente normal, es decir, que en una sociedad bilingüe las instituciones sean bilingües, ha provocado la indignación de Ribó, quien ha exigido el uso en solitario del catalán. Me pregunto qué tiene de negativo y a quien puede perjudicar que en las cartas que nos envía el ayuntamiento junto a la información en catalán aparezca por la parte de atrás la información en castellano o que en las señales de tráfico debajo del texto en catalán, aparezca la correspondiente traducción en castellano. ¿A quién le puede molestar que se facilite el entendimiento a todos? ¿Por qué tanta intransigencia nacionalista, señor Ribó? María Caro