El último Barómetro del Centro de Estudios de Opinión, algo así como el CIS en esta Comunidad Autónoma, refleja que un 48 por ciento de los catalanes no quiere la secesión.
El dato es importante por varios motivos. El pasado mes de diciembre esa misma encuesta reflejaba que ganaban, por primera vez, los partidarios de una Cataluña española. Entonces el margen no llegaba al punto. Ahora esa diferencia se amplía y es ya de cuatro puntos. Eso significa que desde el pasado 9 de noviembre, fecha en la que se celebró la consulta secesionista, las posiciones en contra de la ruptura han ido ganando terreno.
Desde esas fechas el Gobierno del Estado ha venido realizando algo más de pedagogía y es evidente que en la sociedad catalana se está producido un proceso de reflexión interesante.
José Morales Martín