Sr. Director:
El Santo Padre, en un sentido mensaje a los cristianos perseguidos de Irak, puso como ejemplo a Santa Teresa del Niño Jesús, que veía a la Iglesia como una caña que "cuando viene el viento, la tempestad, la caña se dobla pero no se rompe".
"Ustedes son en este momento esta caña, ustedes lloran con dolor, pero tienen esta fuerza de llevar adelante su fe, que para nosotros es testimonio". "¡Ustedes son las cañas de Dios hoy!".
El Papa se comprometió a pedir al Espíritu Santo que "haga nuevas todas las cosas, que les dé a cada uno de ustedes fuerza y resistencia" y pidió de nuevo "una mayor convergencia internacional que resuelva los conflictos que ensangrientan sus tierras de origen" y "promueva las condiciones para que puedan permanecer o retornar".
Jesús Martínez Madrid