Sr. Director:
Con una multitudinaria Eucaristía, el Papa clausuraba la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá. Francisco les ha recordado a los jóvenes que no son el futuro sino el presente, el ahora de Dios, y les ha pedido que sigan, firmes en la fe, haciendo vibrar al mundo entero con la misma alegría con la que lo han hecho en Panamá.
Ser joven no es en ningún caso sinónimo de estar en la sala de espera, como si se tratara de aguardar el turno y mientras tanto hubiera que inventar un futuro higiénicamente bien empaquetado y sin consecuencias. Ser joven es vivir el hoy con pasión, enamorados de Dios, y dejando que sea él quien nos lleve de su mano hasta el mañana.