Con tres hijos adoptados y luego de cinco años terminó en divorcio el primer matrimonio gay de América Latina, una unión celebrada con amplia cobertura mediática en 2009 en Argentina.
Sin embargo se ha revelado el secreto que el lobby LGBT guardaba bajo llave: Alex Freyre y José María Di Bello no eran pareja y el matrimonio fue una farsa orquestada al detalle para forzar la aprobación de la ley de uniones homosexuales. Lo cuenta www.iesvs.org.