Cartas al director
El Referéndum
Sr. Director:
Algunos partidos políticos quieren impulsar la modificación en la Constitución para suprimir los aforamientos y limitar los mandatos del presidente del Gobierno.
Y como ciudadano de a pie que observa los distintos movimientos de los políticos, ante esto me surge la primera pregunta: ¿Solo del presidente del Gobierno? ¿Y por qué no de los presidentes de autonomías, de alcaldes y de presidentes de Diputaciones?
Y respecto a los aforamientos: ¿solo de los cargos políticos, o también de los Jueces, y demás estamentos que disfrutan de esta "protección"?
Estoy a favor de estas modificaciones, pero la prudencia -y en política es muy necesaria- nos indica que hay que hacerlo sin entrar como caballo en cacharrería, y sobre todo sin apresuramientos. Ya que puestos, también sería bueno que el Presidente del Gobierno, una vez investido debiera cesar en cualquier cargo que tuviera en el partido que le presentó como candidato. Para ser Presidente de todos los españoles.
Para hacer estas modificaciones hay que cambiar algunos artículos de la Constitución, y en consecuencia se tendría que aplicar el artículo 167 de la misma. ¿Suman 210 Diputados los partidos que promueven o tratan de promover éstas reformas? ¿Cuentan con la mayoría absoluta en el Senado? Ellos saben que no, si no cuentan con el partido mayoritario.
Y entonces para "forzar" que se haga hablan de un referéndum, y apelan al artículo 92 de la Constitución. En definitiva, como el ciudadano de a pie normalmente no conoce en profundidad nuestra Carta Magna, aparentemente quedan muy bien, pero no es más que un brindis al Sol:
1º ha de convocarlo el Rey a propuesta del Presidente del Gobierno y esa propuesta previamente autorizada por el Congreso.
2º Es consultivo, no tiene fuerza ejecutiva.
3º Tiene que estar regulado por ley Orgánica.
Por otro lado lo que no es de recibo es que se promueva un Referéndum, ¿preguntando qué? ¿Si se quiere la limitación de mandatos? ¿Si se quiere que se quiten los aforamientos? Esto no es serio para una Nación seria y para unos ciudadanos, los españoles, que se nos supone una educación y un criterio formado. Ya he dicho que ambas propuestas me parecen buenas, pero se ha de hacer al revés.
Trabajen para poner negro sobre blanco los textos que se quiere reformar, discútanlo en Comisión, gánense los apoyos suficientes, sométase al Congreso y al Senado y póngase como condición que si las modificaciones son aprobadas de acuerdo con todos los trámites Legislativos, solo se pondrán en efecto después de haberlas sometido, ahora sí, a refrendo de todos los españoles. Entonces si creeremos que van de buena fe.
A propósito, éste es un trámite que también podrían introducir -es una idea- que, cualquier modificación o mejora de la Constitución debe ser refrendada. Creo que la mayoría de los españoles se lo agradeceríamos. Trabajen de verdad y déjense de apariencias. ¿No quieren pasar a la Historia?
Por cierto: ¿No habría que modificar todos los estatutos de las Autonomías?
Por favor, ¡dejen ya todos de marearnos con el tema de los referéndum, o de las consultas!
J. R. Pablos
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