Sr. Director:
En la mayoría de los hospitales públicos ya no se felicita a las parejas que esperan un bebé. Crecen las distancias entre los médicos y los futuros padres, que deben conocer en todo momento las probabilidades de que el hijo -o hija- desarrolle cualquier tipo de enfermedad... con el objetivo de brindarles la posibilidad de un aborto y evitar asuntos legales un tanto desagradables en caso de que los padres demanden al hospital de no haber podido deshacerse de su hijo a tiempo.
En un ambiente en el que ante la duda se aborta, José Calderero publica su historia en las redes sociales. "Están matando niños sanos y enfermos", afirmaba tras detallar que a él y a su mujer les aconsejaron abortar ya que su hijo -Juan Pablo- tenía un problema que no eran capaces de identificar. Después de nacer, resulta que el problema es algo menor. Juan Pablo ahora está con sus padres, pero... ¿y todos los demás niños que han sido abortados por supuestas enfermedades que más tarde se podrían haber quedado en nada?
Acaba de nacer Juan Pablo, mi hijo al que me propusieron abortar por un problema que en aquel momento no sabían qué era y que ahora parece que se trata de algo menor. ¡Están matando niños, sanos y enfermos! #SiALaVida #BienvenidoJuanPablo #EstamosFelices pic.twitter.com/cbMe89eZCW
— José Calderero (@jcalderero) 15 de abril de 2019