Sr. Director:
La memoria de la Última Cena de Jesús con los apóstoles, que mañana celebraremos, es una expresión sublime del amor hecho servicio. Este año la mirada atenta, la ayuda mutua, la compasión, la gratuidad, la responsabilidad y la oración deben hacerse más evidentes, si cabe. La esperanza cristiana, a través del sufrimiento que esta pandemia está causando, es la certeza de que el bien triunfa sobre el mal a través de cada gesto de bondad, de entrega generosa y compromiso efectivo a favor de los más frágiles y los más necesitados.