Anda repitiendo el Gobierno, lo oímos pronunciado con distintas voces, que nos esperan unos meses duros a la vuelta de las vacaciones de verano. Lo dice, como quien pretende dejar claro que ya aviso él de la que se nos venía encima y como si el duro invierno anunciado no fuera con él y no fuera él quien tuviera en sus manos poder al menos paliarlo. No obstante, a estas alturas de la legislatura, con un Sánchez que ha hecho del manual de resistencia su modus vivendi, tanto la credibilidad del Gobierno como la confianza que es capaz de generar en los españoles están bajo mínimos. Esta vez aciertan.