Sr. Director:
Aunque la confabulación para la destrucción de España ya llevaba años, el presidente Zapatero, Monaguillo de la Gobernanza Global, avanzó notablemente en esta destrucción de España como Nación Católica, y el nuevo presidente concluirá, al menos oficialmente, su destrucción. La causa no es política ni económica, es moral, espiritual. Si España en 1975 era católica y ahora, al menos oficialmente es atea, algo tendrá que ver la Iglesia Católica. Sin duda alguna, el mayor culpable no único de esta situación, es la nueva Iglesia que no es la que Cristo fundó. Con su comienzo barrieron literalmente a la Jerarquía que no aceptaba esa nueva Iglesia, mundanizada y desacralizada. Todo lo que se oponía a su doctrina fue eliminado, como por ejemplo la Hermandad Sacerdotal Española, o el Obispo de Cuenca Guerra Campos y otros, todo fue barrido. En la nueva Iglesia lo primero lo más importante era el hombre, y a Cristo ni le nombran; los sagrarios fueron arrinconados e impusieron la comunión de pie y en la mano. Viendo el empeoramiento constante que ha sufrido la Iglesia, mundanizada y desacralizada, y la inmoralidad abrumadora que esta desacralización lleva consigo a la sociedad, no han tomado ninguna medida para remediarlo, todo lo contrario. La Divina Eucaristía anda de mano en mano o caída por el suelo, y los católicos que se han mantenido fieles sufren viendo a su Dios y Señor Jesucristo, repartido como si fuesen galletas. LA COMUNION EN LA MANO ES UN SACRILEGIO Y UNA PROFANACION, y esta apostasía hay que pagarla, y me parece que la cuenta nos la va a pasar el nuevo gobierno de ESPAÑA.