Sr. Director:

Uno de los graves temas afectados por el escoramiento producido en los medios de comunicación y opinión pública por la presión del progresismo, ha sido la normalización del aborto como una liposucción. Y para ello, también ha contado con la inhibición de muchos obligados a defender la vida, pero que últimamente se han dedicado a mirar hacia otros frentes menos comprometedores. En una reciente entrevista de Jordi Évole, el follonero de La Sexta, a Carlos Herrera, éste, presentador estrella de la cadena de radio propiedad de los obispos españoles, entre otras perlas dijo que consideraba una barbaridad la propuesta de VOX de dejar de financiar el aborto con fondos públicos. Pensando así, se explica que en su programa se omitan pronunciamientos contra el aborto, salvo aquello tan socorridamente inane de que es un fracaso, etc., etc. Hubo un tiempo -no lejano- en que los obispos eran los abanderados de la defensa de la vida de los seres humanos más indefensos, la voz de los sin voz; y alguno queda aún hoy. Pero parece que los nuevos (y no siempre buenos) aires que soplan en el Vaticano han postergado esta defensa, ante otros asuntos más políticamente correctos. Qué triste.