Sr. Director: En referencia a su artículo "Fórmula para crear empleo…" no acabo de ver muy claro el despido libre. Soy madre de 7 hijos y trabajadora en una gran empresa, ahora también sindicalista (no de un sindicato de "clase", en los que no creo, sino de un sindicato de la misma empresa). No he faltado un solo día a mi trabajo por atender a mi familia, ni he dejado de atender a mi familia un solo día por el trabajo. Me acogí al derecho de la jornada reducida mientras crié a mis hijos y cobré en proporción a las horas trabajadas. Ahora bien, si hoy se admite el despido libre, ningún trabajador podrá arriesgarse a tener la familia que yo he tenido, entre otras cosas porque los buenos empresarios, así como los buenos trabajadores y la ética profesional empiezan a brillar por su ausencia. Yo he tenido que oír de algún jefecillo que era el modelo de trabajadora que no interesaba a la empresa, simplemente porque mi tiempo libre lo dedicaba a mis hijos y no a la empresa haciendo horas extras. Mi marido y yo hemos podido dar una buena formación a todos ellos y ya están algunos contribuyendo a que este país salga adelante. Lo único que hoy cuenta es la productividad y la competitividad. Un jefe desalmado siempre verá las horas que no haces y siempre tendrá una amig@ al que colocar, un pelota al que aprovechar; todos vemos en nuestros trabajos como muchas veces el feeling personal y el amiguismo es primero que la profesionalidad. Un padre de familia no puede vivir sacrificando a su familia por el temor de un despido por baja productividad el día o días que no ha dormido. Eso es cruel. Cuando eres joven y empiezas a trabajar puedes hacer, todos lo hemos hecho, horas extras para aprender y promocionar, porque tienes todo el tiempo para eso y nada más. Cuando tienes hijos, padres ancianos, reuniones de colegio, accidentes caseros, noches en vela…, no puedes estar fresco como si nada hubiera pasado. Más que despido libre, lo que hace falta es humanidad. Un día uno da todo y otro lo hará un compañero. Ética profesional, jefes que entusiasmen en vez de someter y personas que respeten al compañero de trabajo en vez de criticarlo para medrar. Es verdad que hay de todo en la viña del Señor, pero por el mal hacer de unos pocos se nos mete a todos en el mismo saco. Cuando hay buenas personas, empleados y/o empleadores, no tiene que existir el despido libre para que esté protegido el más débil. Salarios dignos, horarios asequibles. Se trabaja por el sueldo pactado y punto pelota. El "bonus" y los salarios variables son muy subjetivos y lo suelen recibir los que al jefe se saben vender. El día que te rompes un brazo, ¿dejas de ser persona o buen trabajador? Tiene que haber trabajadores responsables y agradecidos. Si no existe el empresario, el trabajador no tiene nada que hacer. ¿Despido libre? Creo que mientras no cambiemos, eso es muy peligroso para las familias. El Estado debería ayudar a las empresas, sí, y darles mayor flexibilidad, pero no debería permitir a las empresas con beneficios despidos que destruyen familias enteras, y todo para salir en la foto y decir que ha ganado más que las de su gremio. Salario materno, sería maravilloso, seguro que generaría empleo. Nadie mejor que una madre trabajadora puede enseñar a un hijo a ser un buen trabajador.  ¿Jubilarse más tarde? Estaría encantada de dejar mi puesto de trabajo a los jóvenes para poder así cuidar a mis nietos; que echen horas ellos, que yo ya las he hecho. ¿Sabe que falta? De parte de todos educación, sacrificio y responsabilidad, de unos y otros humanidad (que ya lo he dicho) y lo más importante: Dios en cada uno. Rosalía Cortés