Sr. Director: La exsenadora del Partido Popular y portavoz de la asociación de ámbito nacional, "Familia y Dignidad Humana", Gari Durán, denuncia el sectarismo de la Consellera Santiago y de los partidos del pacto de izquierdas, al derogar, por motivos estrictamente ideológicos y sin ningún consenso,  la Ley de Protección de la Maternidad de Baleares. Para Durán, se trata de una burla cruel para la dignidad de las mujeres, que sea precisamente el día dedicado a ellas, el elegido por los partidos de izquierda para derogar una ley en la que, por ejemplo, se exige a las administraciones públicas que adopten las medidas adecuadas  para combatir el acoso laboral maternal y que "ninguna mujer embarazada sea objeto de perjuicio o discriminación laboral, por motivo de su embarazo o su maternidad, tanto en su ocupación actual como en la solicitud de nueva ocupación". Cabe recordar que el objeto de la misma es la mujer embarazada y, especialmente, aquella que se encuentre en situación de desprotección y/o riesgo de exclusión social,  y que el derecho que se establece en la ley para dicha mujer es el de "ser asesorada sobre cómo superar cualquier conflicto que el embarazo le pueda suponer y a ser informada, de forma personalizada, sobre las ayudas y los apoyos que puede recibir, a la luz de sus circunstancias particulares, para culminar su embarazo y superar conéxito la crianza de su hijo o hija o de sus hijos y/o hijas". Para la Consellera Santiago y para los partidos del Pacte, parece que el hecho de que dar a conocer a una mujer embarazada, en situación de dificultad, los recursos de los que dispone para llevar adelante su embarazo, supone, poco menos que obligarla a ser madre. La cuestión es si en el fondo, consideran a la mujer embarazada como alguien incapacitado para tomar sus propias decisiones. Dado que ni la Consellera Santiago ni ninguno de los portavoces de las formaciones políticas partidarias de derogar la Ley de Protección a la Maternidad, ofrecen una alternativa a las mujeres objeto de dicha ley, debemos concluir que la única opción que les plantean es el aborto, negándoles, así su derecho a decidir, por la vía de los hechos. El aborto, para los partidos de izquierdas y, en particular para la conselleraSantiago no se convierte en una opción, sino en la única opción, y dado que en los casos que recoge la Ley de Protección a la Maternidad, los obstáculos a los que se enfrenta una mujer embarazada, son de índole material, podemos suponer que los partidos de izquierda consideran como  deseable algo -el aborto-, que es simplemente un drama para cualquier mujer. Gari Durán